Henry, un famoso abogado, que entre casos espinosos, relaciones extramatrimoniales, dinero y multitud de comodidades, vivía en una esfera interminable de despotismo y de falsa creencia de superioridad con todos los que le rodeaban, que hizo que sin darse cuenta, se convirtiera en una especie de ogro insufrible y demoledor...hasta que un desafortunado disparo le obligase a reiniciar su vida, que vió con repugnancia desde la nueva perspectiva que le había dado el destino. La película en cuestión da pie a preguntarnos y plantearnos muchos aspectos, pero sin duda, el mayor interrogante que me despierta es la siguiente pregunta: Si tuviera la oportunidad de comenzar a vivir de nuevo, ¿repetiría todo lo que he hecho hasta ahora? Evidentemente, muchas acciones mías las cambiaría. Es imposible que todo lo que nos pase, todo lo que hagamos, todo lo que vivamos, nos agrade. Somos personas, no somos perfectos, es normal que nos equivoquemos, que no lo hagamos todo bien, como se suele decir,...
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