Gracias PES
Durante esta
segunda evaluación hemos continuado yendo a la Residencia, pero al comienzo de
enero nos dieron una terrible noticia, uno de los residentes con el que
tratábamos había fallecido. Por eso, me gustaría hablar un poco acerca de él,
sé que esta entrada debería tratar sobre mi experiencia pero me gustaría
recordar a Santiago.
Su nombre era Santiago, un señor que siempre
llevaba una gorra roja con rayas amarillas, su sonrisa era constante día a día,
no importaba su estado de salud o si perdía al bingo. Santiago nos contaba
acerca de su vida cuando era más joven, provenía de La Aldea pero, con quince
años abandonó la escuela y su hogar y comenzó a trabajar como obrero en Las Palmas.
Cada día al llegar a la sala de juegos,
su mirada de ojos negros se posaba sobre nosotros y nos sacaba una
sonrisa, nos contaba lo mucho que le gusta el campo y pasar tiempo con su
familia así como la importancia de terminar los estudios para tener un gran
futuro. Puede, que no le conociera mucho pero este señor me saco más de una
sonrisa y siempre le tendré en mi corazón.
Espero que siga
sonriendo desde allí arriba y siga sacando sonrisas.
Comentarios
Publicar un comentario